miércoles, 22 de mayo de 2013

Bananas. Woody Allen. 1971.



FICHA TÉCNICA

Título: Bananas
Título original: Bananas
Dirección: Woody Allen
País: Estados Unidos
Año: 1971
Duración: 82 min.
Género: Comedia
Calificación: No recomendada para menores de 13 años
Reparto: Woody Allen, Louise Lasser, Carlos Montalbán, Nati Abascal, Jacobo Morales, Miguel Ángel Suárez, David Ortiz, René Enríquez, Jack Axelrod, Howard Cosell, Roger Grimsby, Don Dunphy, Charlotte Rae, Stanley Ackerman, Dan Frazer, Martha Greenhouse, Axel Anderson, Tigre Pérez, Baron De Beer, Arthur Hughes, John Braden, Ted Chapman, Dorothi Fox, Dagne Crane, Eddie Barth, Nicholas Saunders, Conrad Bain, Eulogio Peraza, Norman Evans, Robert Dudley, Marilyn Hengst, Ed Crowley, Beeson Carroll, Allen Garfield, Princess Fatosh, Dick Callinan, Hy Anzell
Distribuidora: 20th Century Fox
Productora: Jack Rollins & Charles H. Joffe Productions
Presupuesto: 2.000.000,00 $
Casting: Sylvia Fay Vicky Hernández
Departamento artístico: Connie Brink, Eugene Powell, Merle Eckert
Departamento editorial: Susan Behr
Departamento musical: Felix Giglio, Jerry Graff, Ralph Burns
Dirección: Woody Allen
Diseño de producción: Ed Wittstein
Efectos especiales: Don B. Courtney
Fotografía: Andrew M. Costikyan
Guión: Mickey Rose, Woody Allen
Maquillaje: Guy Del Russo
Montaje: Ralph Rosenblum, Ron Kalish
Música: Marvin Hamlisch
Producción: Antonio Encarnacion, Axel Anderson, Jack Grossberg, Manolon Villamil
Producción asociada: Ralph Rosenblum
Producción ejecutiva: Charles H. Joffe
Sonido: Al Gramaglia, James Sabat, John Strauss, Nathan Boxer
Vestuario: Gene Coffin Martin Gaiptman 

Sinopsis:

Fielding Mellish (Allen) es un torpe y tímido catador de productos, que, abandonado por su novia, la sensual y atractiva Nancy, decide cogerse unas vacaciones y pasarlas en la pequeña República de San Marcos. Pero lo único que consigue es verse envuelto en un sinfín de líos burocráticos en un país dominado por la guerrilla. Todo se complica aún más cuando, después de la conquista del poder por los guerrilleros, su líder se vuelve completamente loco. Tienen, pues, que tomar una decisión drástica: sustituir a su líder por Mellish con la esperanza de que él podrá salvar al país. Pero Mellish es secuestrado por el FBI, juzgado y acusado de subversión.

Interesante:
Es la segunda película de Woody Allen tras las cámaras, si no contamos su episodio japonés doblado. Se trata de una comedia loca donde Allen intenta conseguir un estilo lo más parecido a las screwballs comedies con un argumento imposible y unos diálogos que son los que hacen avanzar la acción, rápidos, directos y cuanto más punzantes mejor.
En esta ocasión, Allen lleva un poco más allá su particular visión de las relaciones humanas y éstas en el fondo se asemejan en mayor o menor medida a una dictadura. Esta sátira política le sirve para dar rienda suelta a la comedia loca donde el ritmo parece ser lo más importante y que predomina por encima de todo. Con un humor mucho más cercano al de los hermanos Marx de Sopa de ganso (Duck soup, Leo McCarey, 1936) donde Allen se esfuerza mediante el poder de la palabra en descargar toda su ironía y sorna en la figura de la dictadura militar y en el dictador, en este caso basado sin ningún tapujo en la figura del líder cubano Fidel Castro.
Plagada de un humor puramente llano y casi grotesco, ridiculiza la dictadura y todo lo que eso conlleva unido a la gente que vive de ella extrapolándola a un fenómeno mediático como el magnífico inicio donde el presidente de San Marcos es asesinado delante de toda la multitud que lo espera y los periodistas se acercan a entrevistarlo en el suelo malherido ante la aclamación popular. Allen da la vuelta a la tortilla y cínicamente hace que el público se lo pase bien y se ría con una dictadura, ridiculizándola hasta el paroxismo. En ese sentido sus intenciones se cumplen, aunque por otra parte hay que reconocer que en esos momentos, su creador no es más que un cómico que empieza en esto del cine con lo que su guión del mismo modo que en su ópera prima, es más una sucesión de situaciones cómicas a veces demasiado separadas que no alcanzan un buen clímax dramático debido a que tampoco le importa demasiado ya que se preocupa más en mantener un ritmo como he señalado anteriormente, que se acerque a las screwballs comedies y que sin embargo no alcanza.
Es igual de cierto que la dirección se muestra muy plana y vacía, casi televisiva sin ningún elemento destacable a este nivel que la ensalce entre las demás películas realizadas en esta primera época de Allen. En este sentido, se cubre utilizando los típicos recursos de la época como los enormes zooms y teleobjetivos donde los elementos cinematográficos están supeditados a otras causas no encontrando ningún símbolo del que luego dirigiera piezas realmente claves dentro de la cinematografía actual.
A pesar de ello y sabiendo que clase de película es y la seriedad que engloba dentro de su cinematografía (es decir, ninguna) siendo una segunda película, ya empezamos a observar apuntes que luego despuntarán y se convertirán en las marcas de la casa del cineasta de Brooklyn como por ejemplo en la caracterización de personajes, Mellish es un neurótico fracasado con las mujeres, y Nancy es una mujer hecha y derecha, intelectual, luchadora, estimulante y mentalmente superior al hombre con lo que ya empiezan a surgir los conflictos típicos de anulación y comunicación-anticomunicación entre parejas que explotará en su vertiente más seria, pero que en este caso es un puro trasunto cómico.
Además de verla como una comedia sin pretensiones conociendo la posterior obra de Woody Allen, el visionado de Bananas es muy curioso y recomendable hoy en día en estos tiempos que corren ya que no deja de ser paradójico que una comedia de hace casi treinta años sea tan actual y su mensaje siga tan vigente como entonces, incluso hoy un poco más. 

Fuente, Emilio Martínez-Borso, año 2002-2003.

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