domingo, 28 de abril de 2013

Bienvenido Mr. Marshall. Luis García Berlanga. 1952



FICHA TÉCNICA

Título: ¡Bienvenido, Míster Marshall!
Título original: ¡Bienvenido, Mister Marshall!
Dirección: Luis García Berlanga
País: España
Año: 1952
Duración: 78 min.
Género: Comedia
Reparto: Lolita Sevilla, Manolo Morán, José Isbert, Alberto Romea, Elvira Quintillá, Luis Pérez de León, Félix Fernández, Fernando Aguirre, Joaquín Roa, Nicolás D. Perchicot, José Franco, Rafael Alonso, Elisa Méndez, Matilde López Roldán, José Alburquerque, Ángel Álvarez, Manuel Rosellón, Pepito Vidal, José Vivó, Manuel Alexandre, Fernando Rey
Guión: Miguel Mihura, J.A. Bardem, Luis García Berlanga

Distribuidora: Mercurio Films

Productora: Unión Industrial Cinematográfica (UNINCI)
Departamento artístico: Enrique Vidal, Federico del Toro
Departamento editorial: Alicia Castillo
Fotografía: Manuel Berenguer
Guión: J.A. Bardem, Luis García Berlanga, Miguel Mihura
Historia original: J.A. Bardem, Luis García Berlanga
Maquillaje: Antonio Florido, Rosario Vaquero
Montaje: Pepita Orduña
Música: Jesús García Leoz
Sonido: Antonio Alonso, Lorenzo Lainez
Vestuario: Eduardo de la Torre 


Sinopsis:

Años 50. Villar del Río es un pequeño y tranquilo pueblo en el que nunca pasa nada. Sin embargo, el mismo día en que llegan la cantante folclórica Carmen Vargas y su representante, se recibe la noticia de la inminente visita de un comité del Plan Marshall (proyecto económico americano para la reconstrucción de Europa). La novedad provoca un gran revuelo entre la gente, y el bonachón alcalde del pueblo (Pepe Isbert) propone a los vecinos que se disfracen al más puro estilo andaluz para causar buena impresión a los americanos que vienen a repartir dinero. 

Interesante:

¡Bienvenido, Mr. Marshall!, a cuyo realizador le habían pedido hiciera un filme folclórico para catapultar a la fama a la cantante Lolita Sevilla (Carmen Vargas, en la película), se transformó en una parodia de la vida rural española, al tiempo que criticaba de forma caricaturesca, la ausencia de la ayuda económica a España por parte de los Estados Unidos que, bajo la denominación de Plan Marshall, sirvió de revulsivo a muchos países de la Europa de la Posguerra para recuperarse de la crisis a las que les había llevado la II Guerra Mundial. El propio Berlanga contaba así la gestación de la película:
"La primera sinopsis que escribimos Bardem y yo, era un drama rural, al estilo del cine del Indio Fernández. Los productores nos dijeron que por qué no hacíamos algo más divertido. Entonces, la primera idea que tuvimos fue hacer una cosa sobre la Coca-Cola y el vino. Posteriormente, siguiendo el planteamiento de La Kermesse Heroïque, nos decidimos por la historia de un pueblo que soporta la invasión a base de halagar a los invasores, hasta ir evolucionando hasta lo que finalmente es la película (...). Una vez que Juan Antonio (se refiere a Juan Antonio Bardem), y yo terminamos el guión, Miguel Mihura, con la aquiescencia nuestra, pule los diálogos y escribe las letras de las canciones; Mihura hizo un estupendo trabajo de dialoguista."
    
Cuando se realizó ¡Bienvenido, Mr. Marshall!, la situación era la siguiente: desde 1948, una lluvia de dólares había caído sobre Europa a través del (...) Plan Marshall. España, a causa de la forma política del régimen, quedó excluida de esa ayuda, aunque un cambio de coyuntura internacional -el recrudecimiento de la Guerra Fría-, llevó a los americanos a aproximarse al general Franco, que vio cómo entre 1950 y 1953, volvían los embajadores, llegaban los primeros créditos, y se firmaba el tratado de cooperación entre ambos países (dólares a cambio de bases). En este contexto, que la propaganda política del régimen convirtió en una especie de espejismo americano, es donde cabe situarse el film. A escala reducida, los sueños de Villar del Río y de sus habitantes son los sueños de un país en la miseria, que cree que gracias a esa nueva coyuntura política, también sus campos baldíos iban a florecer después de una lluvia de dólares. El acierto del film, consiste en reducir esa síntesis general a un conjunto de mágenes contundentes: el atraso del pueblo, la perplejidad de las autoridades, las triquiñuelas con que seducen a los nuevos invasores, etc. En este último aspecto, (...) para agradar a los americanos, el alcalde y los habitantes del pueblo construyen sobre
sus casas y paisajes -más bien manchegos- un pueblo de cartón-piedra andaluz, al tiempo que todos los vecinos se disfrazan de andaluces. ¿Cómo no interpretar, y aún hoy, todo eso como una alusión directa tanto al cambio de fachada del régimen -poco antes pro-nazi y entonces pro-americano- como a la asunción por parte de ese régimen del andalucismo como cultura escaparate de cara a la exportación?
 
El film denuncia, pues, la exclusión de España de la órbita de países beneficiarios del Plan Marshall. Y si bien es cierto que el país experimentó un tímido desarrollo posteriormente, su situación económica se alejaba mucho de la de aquellos países, y que, merced a la ayuda recibida, prosperaron exponencialmente durante años. El rodaje se realizó a modo de denuncia, y no desacertadamente, dado que el acercamiento de España a las emergentes potencias occidentales se produjo a destiempo, y la apertura de España respondía al miedo al aislamiento en que durante años se había confinado. Ahora bien, el precio que hubo que pagar fue excesivo, hasta el punto en que su recuperación ha sido tan lenta como irregular. Y más, si la comparamos con la de otros países europeos. ¡Bienvenido, Mr. Marshall!, constituye la expresión de un deseo colectivo, y una obra maestra de denuncia, que supo burlar la censura franquista, y sobrepasar las
fronteras.

Fuente, 50 Aniversario de ¡Bienvenido, Mr. Marshall! Editorial Tf. Madrid, 2002.


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